Abril: Mes del Malware de la European Cybersecurity Organisation (ECSO). Virus biológicos y electrónicos (un año después)
Un año después de la pandemia, los ataques de ransomware han aumentado un 150%. Descubra cómo la concienciación y la formación pueden convertir a los empleados en firewalls humanos para defenderse contra la suplantación de identidad y otras ciberamenazas.

Un año después del inicio de la pandemia, las ciberamenazas no han dado tregua
Hace un año, con el inicio de las restricciones y confinamientos por COVID-19, alertamos sobre los peligros de los bulos, fake news y malware que se aprovechaban de la situación para atacar a empresas y particulares.
Hoy, aunque ya nos hemos habituado a las mascarillas, la distancia social y el teletrabajo, no podemos bajar la guardia. Al igual que ocurre con el virus, relajar las medidas de protección en el ámbito digital abre la puerta a nuevos ataques.
Crecimiento imparable del ransomware y fraudes
En las últimas semanas, se han producido nuevos casos graves:
- En España, el ransomware Ryuk paralizó en marzo los sistemas del Servicio Público de Empleo Estatal.
- El grupo REvil infectó con ransomware a la multinacional ACER y exige un rescate de 50 millones de dólares.
Según Group-IB, los ataques de ransomware han crecido un 150% en el último año, y muchos tienen su origen en acciones de personas que, por desconocimiento o descuido, acceden a enlaces maliciosos o abren adjuntos de phishing.
Convertirse en un cortafuegos humano
Para frenar las ciberamenazas es clave conocer cómo actúan los atacantes y formar a los empleados para convertirse en una barrera activa contra la ingeniería social.