Ingeniería Social: Un Concepto Desconocido
Cuando escuchamos el término «ciberseguridad», lo primero que nos viene a la cabeza es la seguridad de los dispositivos y las redes: antivirus, firewalls, cifrado de datos... El factor humano es con frecuencia olvidado o, como mínimo, relegado a un segundo plano.

El factor humano en la ciberseguridad
Cuando hablamos de ciberseguridad, solemos pensar en antivirus, firewalls y cifrado de datos. Sin embargo, más del 90% de los incidentes de seguridad implican el factor humano, ya sea por desconocimiento, descuido o manipulación.
La mayoría de estos casos no están relacionados con empleados malintencionados, sino con personas que caen en engaños, especialmente a través de ingeniería social.
Ingeniería social: manipulando para atacar
La ingeniería social busca manipular a las personas para que realicen acciones que beneficien al atacante: hacer clic en un enlace, descargar un archivo, dar credenciales o autorizar transferencias.
No se limita al phishing: también existe el vishing (llamadas telefónicas), el smishing (mensajes SMS) o el baiting (cebos físicos como USB infectados). Cualquier persona, incluso sin manejar datos sensibles, puede ser objetivo.
Casos reales que lo demuestran
- Mapfre (2020): un correo de phishing comprometió credenciales, permitiendo un ataque de ransomware.
- Zendal: fraude del CEO que terminó con el robo de 9 millones de euros mediante transferencias falsas.
- SEPE (2021): ransomware Ryuk bloqueó servicios tras ejecución de archivos maliciosos.
- USB infectados en EE.UU.: enviados como supuestos regalos de Amazon para propagar ransomware.
- Suplantación de WeTransfer: emails con falsas citaciones judiciales para robar credenciales.
- Estafa de Microsoft: llamadas falsas para que la víctima instale un software de control remoto.
Cómo ponerle freno
Las personas también necesitamos barreras. Esto implica:
- Concienciación integral: entender cómo gestionar contraseñas, detectar fraudes y reconocer vectores de ataque.
- Conocer vulnerabilidades personales: cada individuo tiene puntos débiles que los atacantes pueden explotar.
- Mantener alerta constante: reaccionar a tiempo puede prevenir daños graves.
La tecnología protege, pero los firewalls humanos son esenciales para cerrar el círculo de la seguridad.
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